martes, 14 de julio de 2015

Compañeros de camino

Corazones que laten al unísono,
pertenecientes a gregarios humanos,
que construyen puentes en lo cotidiano,
puentes imaginarios cruzan el Atlántico.

¡Qué ocurra un cataclismo!
que sean veces separados en lo físico,
así haya entre sus cuerpos un abismo,
pues ni allí habrá cabida para el olvido.

No se olvida aquien juntó su mano con tu mano,
a quien compartió contigo los amargos tragos,
y un vino peleón el otro verano,
¡las imprescindibles risas alocadas!
Risas a sorbos entre las guerras ganadas.

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