martes, 24 de julio de 2012

La andanza de los pies doloridos

Con los párpados y los pies cansados, incluso con el alma rota, sólo me queda avanzar. Con cada pequeño duelo, ir forjando mi camino. Creciendo un poquito con cada paso. La natural esa tendencia a aferrarnos a personas/lugares/cosas como si pretendiéramos permanecer indefinidamente de una determinada manera.  Tremenda gran mentira, pues nada es eterno y nada permanece. Hermosa fantasía pretender pasar por la vida sin dolor, si realmente estamos viviendo aquí y ahora. Estupidez. Cada cambio de ciclo/etapa/personas, un duelo más o menos grande y la vida misma es cambio. No queda otro remedio que seguir andando siendo conscientes de que lo único que poseemos es el presente.Vayamos a descansar, ya mañana se verá lo que haya que ver. Que sea lo que sea o lo que tenga que ser será.