domingo, 30 de septiembre de 2012

Ensayo y error

¿Es la vida un borrón? ¿Por qué agotamos el pasado para decir que es imperfecto y que podemos hacerlo mejor? ¿Es la vida un constante ensayo y error o el ensayo de la obra que nunca será terminada? Quizás es sólo cuestión de actitud. Quizás lo único válido es el presente y hasta cierto punto, con su fecha de caducidad, que necesita ser cambiado para estar vivo. No es que cambie nuestra esencia, pero nos desarrollamos, nos adaptamos con los recursos que tenemos (algunos innatos). Y cuánto mejor nos adaptamos en ambientes hostiles o "etapas más oscuras de la vida", más resilientes nos podemos considerar. ¡Si sobrevives, lo que no te mató te hizo más fuerte! Debe ser algún tipo de selección natural sólo para la gente que se topó tal vez desde el mismo nacimiento con una situación complicada y una realidad dura. Bien, hasta ahí se pueden quejar de su mala suerte, porque después es sólo la actitud lo que determina el éxito de una persona. A mí no me vengan a llorar con que toda su vida a sido una ruina por su mala suerte. ¿Acaso mi suerte es mejor? ¿Lo has pensado bien antes de envidiarme? CUIDADO, porque envidiar es bastante diferente de admirar. ¿No hay cierta malicia en todo eso? ¿Y en pasarse la vida llorándoles a los demás para mantener su constante atención? Así hay dos clases de personas: las fuertes que dejan de quejarse y buscan el cambio (empezando desde su actitud) y las que están atrapadas en la queja constante y en la negación de que su realidad la pueden cambiar. Es la posición valiente versus la posición cómoda. Y es a su vez, lo que determina para mí la calidad de la persona. Yo decido Quién entra y Quién sale de mi vida. La decisión está tomada, el cambio está hecho y continúa el presente en su metamorfosis al futuro, para no estar muerto.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

La tierra soñada

Ella paseaba lentamente por las calles de la ciudad del viento, de lo más parecido a un desierto hecho ciudad que había visitado nunca. Solía notar que algo siempre le faltaba, pues era de esa clase de personas que llamamos ambiciosas o bien inconformistas que suelen querer más de lo que tienen. Así que ella caminaba y cavilaba...Nosotros somos, en tanto que pensamos y sentimos en un presente, igual que fuimos con una clase de pensamientos y unos sentimientos concretos en el pasado. ¿Somos también lo que deseamos? Porque si los ideales definen al menos en parte a una persona, entonces lo que se desea forma parte de uno mismo. En ese sentido, tal vez hubiera cambiado o tan sólo era más valiente para defender lo que sentía que le pertenecería, porque lo deseaba y sentía que le correspondía. ¿Por qué no? ¿Acaso no era ella lo suficientemente válida o incluso más que eso? Así descubrió poco a poco, en la Ciudad Desierto, en la isla de su "destierro", que aún ahí donde parecía no haber nada y no suceder nada, sí que ocurrían hechos significativos para ella. Porque lo más importante ocurre dentro de nosotros mismos y es algo que nadie podrá arrebatarnos. Sólo nosotros tenemos la llave del cambio. No somos los mismos de ayer, ni tampoco somos hoy los mismos que seremos mañana. Lo que no cambia, está muerto.