martes, 26 de julio de 2011

Un poco de azul en mi vida

Últimamente lo siento así, como un nudo en la garganta, como un estrés manifiesto en forma de nervios, un "estar sin ganas" de nada que signifique salir de mi burbuja de mundo interior...

Pienso mucho en los jardines secretos, esos espacios reservados por y para nosotros mismos en los que descansar del mundo exterior y de los demás. Necesarios siempre para visitarlos de cuando en cuando y no morir de una ansiedad alocada. Me parece que paso más tiempo que antes en mi jardín. No me siento tan fuerte para enfrentarme a todo lo demás que solía aceptar como rutina diaria.

Sé que si estás deprimido, no tienes tanta energía como antes o al menos es así como lo sientes y no puedes retomar la actividad así de golpe. A pesar de que esto no es más que una "tristeza" que durará unos días, pues me he sentido realmente peor en mi pasado y aún así he salido del túnel, yo trato de ser suave conmigo misma (tal y como haría cada uno si de si mismo se tratara). Y mimándome es como me sobrevivo a mí misma, a mi propia oscuridad.

He estado releyendo a Jorge Bucay y me apoyo en sus palabras cuando digo que si estás triste es mejor dejarlo salir, no reprimirlo, dejar que se manifieste para así poder pasar a mi siguiente mejor estado. Así pues, decidí volver a escribir, para dejarlo salir...

Quiero salir de esta fase para volver a disfrutar de todo lo que me rodea y alcanzar mi armonía entre mi interior y mi exterior, como si de una célula se tratara, que tuviera que echar un poco de agua o absorberla para estar en equilibrio osmótico y así poder vivir. Yo no existo sin mi exterior y éste no sería el mismo si yo no me hallara en él. Así de importante y así de insignificante, es todo lo que soy.