domingo, 25 de diciembre de 2011

Cómo llegar a tí desde atrás

Y si pudiera llegar hasta a tí desde la espalda sin que apenas te dieras cuenta, sorprendiendo así a tu personalidad perceptiva. Notarías unos suaves labios en tu delicioso cuello, como una brisa fresca que pusiera tus pelos de punta.

Entonces, quieto, te dejarías hacer. Lo sé. Te dejarías hacer, mientras unas manos te desabrocharían la camisa con la mayor dulzura posible. Todo esto con una mezcla de amor y subidón de la libido. Sí, esos sentimientos despiertas en mí cuando te veo... imagínate si te huelo. Imagínate qué podría pasar si te siento, más cerca. Sintiendo ese calor fruto mismo de lo que te conté antes.

Sentir... calor y también la presión de mi pecho contra tu espalda, ahora desnuda. Mis manos en tu torso, recorriéndolo muy lentamente. No hay prisa. Contigo eso es imposible, porque el tiempo me da igual. Sólo me importa este momento, esta situación, aquí y ahora, los dos solos...

Mmm, tu espalda... hablaba de tu espalda... Quiero recorrerla parsimoniosamente desde tu nuca con mis labios. También quiero besarte. Te beso. Lo hago fuerte, intensamente, con algún suspiro que se me escapa, con alguna exhalación al aire. Pero me gusta tu espalda, lo suficientemente ancha, de hombre curtido. Voy de camino a tus caderas y allí me detengo. Te sujeto muy fuerte, con la firmeza proporcional a mis ganas de tenerte.

Te lo puedes imaginar. El final está totalmente abierto.

Ella Fitzgerald - Fever

No hay comentarios:

Publicar un comentario