miércoles, 23 de diciembre de 2015

Humanismos

No seré yo quien coharte tus libertades,
pues deseo admirar tu vuelo y tu cuerpo(templo) cuando descanses;
que escribas y me cuentes tus batallas,
sin retenerte (si no es tu voluntad) en mi cama,
por más que admire el templo de tu mente
También me ofrezco como un refugio al que acudir,
para que puedas cuando quieras ir y venir,
más cuando el frío de fuera te vaya a persuadir.
***En el arte de amar al ser humano en tanto que humano, reside el amor al arte de cuidar, a los hombres buenos y más aquellos que funcionan en armonía y profesan a su manera este mismo arte.***

No hay comentarios:

Publicar un comentario