La energía interior que a poco se torna incómoda,
acompaña a emoción y pensamiento para actuar,
vencer hablando, hablándome de cicatrices del alma,
convertir al viejo enemigo miedo en necesitado aliado
Con los ojos bien abiertos y las pupilas dilatadas,
aprendí a contrarrestar mi tensión, bebérmela y usarla,
la virtud de hace tiempo, ansiedad con acción vencida,
ahora natural camino y mi mente se sacude los fantasmas
Liberada ahora de cadenas invisibles que lastraban,
confundía entonces con sepulcro el abatimiento en la cama,
renacer de mi ser como si de una aparición se tratara,
parecida pero lavada la cara, ahora desafiante y confiada.
miércoles, 12 de febrero de 2014
martes, 11 de febrero de 2014
Del útero al no vacío
Inició su viaje a ciegas como todos los mortales,
en un andar de soldado raso esclavo durante el día,
escapando de cuando en cuando como en fuga,
locura que salvaba la razón de la enfermedad diurna
Astiada salió al frío aire nocturno antaño inspirador,
recibió cada golpe de realidad y de viento en su cara,
llena de vida pues y presa de su cuasi infalible intuición,
grades ojos, amplia visión de lo que le rodea, no fallaron,
Descubrió de repente un sentido de estar sola y no estarlo,
así libre de cadenas que la retuvieron en su falsa seguridad,
seguridad de muerte y que las polillas comerían toda la ropa,
anduvo encontrando así un sentido en su mismo amor a la vida,
como en un abrirse de piernas confiado a esa sublime sensación
Se adhirió a la vida, descubriendo razones y sentido del amor,
instinto de relación con el igual diferente otro animal como yo,
las cadenas rotas, el candado partido, la puerta al jardín abrió,
la puerta de su alma para idas y venidas, aun de vuelta al nido,
en un salto un poco sin ver bien hacia donde, pero no al vacío.
en un andar de soldado raso esclavo durante el día,
escapando de cuando en cuando como en fuga,
locura que salvaba la razón de la enfermedad diurna
Astiada salió al frío aire nocturno antaño inspirador,
recibió cada golpe de realidad y de viento en su cara,
llena de vida pues y presa de su cuasi infalible intuición,
grades ojos, amplia visión de lo que le rodea, no fallaron,
Descubrió de repente un sentido de estar sola y no estarlo,
así libre de cadenas que la retuvieron en su falsa seguridad,
seguridad de muerte y que las polillas comerían toda la ropa,
anduvo encontrando así un sentido en su mismo amor a la vida,
como en un abrirse de piernas confiado a esa sublime sensación
Se adhirió a la vida, descubriendo razones y sentido del amor,
instinto de relación con el igual diferente otro animal como yo,
las cadenas rotas, el candado partido, la puerta al jardín abrió,
la puerta de su alma para idas y venidas, aun de vuelta al nido,
en un salto un poco sin ver bien hacia donde, pero no al vacío.
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