jueves, 7 de enero de 2016

Apalabrando

Las palabras nunca brotaron con facilidad,
cuando la cuestión escapaba de lo trivial,
quizá las dijimos en sueños o en un murmullo,
mediante indirectas para no enfrentar la realidad

Nunca lo bastante directo y aún así como un puñal,
se clava lo que queda dentro donde se gesta la enfermedad,
hay que escapar y debemos ser preventivos,
lo que sea con tal de presumir de autenticidad

Aun cuando el miedo devore sin compasión los sueños,
cuando por no probar en nuestro lecho de muerte las palabras saldrán,
en el fondo sabemos que si puede pasar pasará, no es sólo un dicho popular,

***Las cartas están boca abajo pero yacen esperando sobre la mesa.***

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