El curso del río. La confluencia en el mar tan igual y tan diferente.

Fluyan incontables ríos metafísicos,
 allá hacia el mar nace tu realidad,
A río elegido, "correcto", es fácil el descenso,
 la corriente impide volver atrás
Dejemos la retrospectiva para la historia,
 vayamos río abajo y dejémoslo escrito,
en el fluir libre de peces o de pájaros.

La necesidad del contrario/ Vaciado y llenado

Más o menos artísticamente vaciados,

vertido el exceso se ve el precipitado,

el tiempo va con lo lógico de las matemáticas,

parece necesario que midamos los períodos,

porque los relojes nos mantienen esposados

La sabiduría se conoce en el remanso,

porque lo que no huye te forma en parte,

en la soledad relativa donde el ser es calmado,

donde aún se ve la maravilla de la vida y de los astros,

lo cercano y propio del yo y lo de fuera que es admirado.

El ruido y la nostalgia de lo que nunca fue

El ruido es siempre el ruido,
hipersensibilidades y nervios,
alejan al ojo del su objetivo,
que no es fijo pero sí es mío

Es un espejo el pálpito en la sien,
los ojos de tristeza de no se qué,
insomnio porque distraída me alejé,
de la fuente del floreciente amanecer.

Génesis

Posibles combinaciones,
interviene un ligero azar,
hay una elección,
¡y fue ahí!. en esa recombinación,
mezcla, conversación o revolcón,
donde se supo causal la creatividad.

Fecundidad y conocimiento

Te preguntas el trayecto,
con exactitud para lo incierto,
que se esconde capa sobre capa,
 cual esfera planetaria
Todo sea por profundizar,
en la búsqueda del conocimiento,
(se olvida de este momento),
natural instinto de lograr "ver la verdad"
No por dogmas sino por curiosidad,
va la mente y el cuerpo hacia la fecundidad,
juntos por los frutos que van a dar
Así no es estéril la energía,
que se transforma siempre,
como origen de infinita poesía,
el fin es eterna creación

Todos vivimos en la línea del contínuo salud-enfermedad

No solamente era soledad,
para nada pienso culparme,
de veces sentirme cobarde,
no solamente era soledad,
pero no dura ese tiempo,
no dura al menos lo sufiente.

Es verdad que hay paradas,
también algún remanso de paz,
entrenamientos al filo de la navaja,
lindes  marcados a fondo tocado,
para guiar hacia un único camino,
dura superficie donde coger impulso.

Y vuelta al centro,
de curiosidades y anhelos,
de constante aprendizaje,
donde se gestan las nuevas,
las experiencias que marquen,
del propio yo en su único viaje.

Debe ponerse el sol para que otro amanecer sea posible

El final es el comienzo,
visto con las lentes nuevas,
(estas no son de sol oscuras),
me permito analizar (yo capaz),
los pasos para luego darlos,
en la forma de ser "pienso ergo sum",
camino ligero (admiro lo que veo),
las aves rapaces en el alegre azul.